En este ritual se ofrecen diferentes sustancias dirigidas a todos los Budas, a todos los Bodhisattvas, a todos los grandes Maestros, a los grandes Yoguis, a todos los Protectores del Dharma y su cortejo, así como a los dioses mundanos, a los nagas, a los seres dueños de los lugares y a toda clase de espíritus.

Las sustancias que se ofrecen están compuestas por todo tipo de cereales en todas sus variedades, diferentes clases de inciensos, hojas de diversas especies de árboles y plantas medicinales, las tres sustancias blancas (mantequilla, leche, yogur) y las tres sustancias dulces (azúcar, caramelos o melaza, miel). Éstas se arrojan sobre una pequeña hoguera de manera que el humo y su olor llena el cielo.

Todas estas ofrendas son un soporte de visualización de ofrendas tan vastas como el espacio emanadas por nuestra mente. 

Por las bendiciones de la ofrenda realiza a las Tres Joyas y las Tres Raíces se purifican todas nuestras negatividades y velos de la mente, se elimina el sufrimiento de la pobreza, se acumula una gran cantidad de actividad virtuosa y recibimos todas las bendiciones en nuestra mente. Se obtienen las realizaciones sublime y ordinarias como  larga vida, ausencia de enfermedades y felicidad en esta vida.

Por la ofrenda a los Protectores del Dharma eliminamos las circunstancias adversas y todo tipo de obstáculos a la vida y la práctica del Dharma, y nos ayuda en nuestra actividad pacífica y de acrecentamiento.

Por la ofrenda dirigida a los dioses mundanos, nagas y espíritus, se purifican nuestras deudas kármicas y los daños que nos pudieran causar, y de esa manera se eliminan obstáculos y enfermedades. Pacificando la mente de estos seres, éstos nos ayudarán a reunir todas las condiciones favorables a nuestra actividad benéfica.

Asimismo, por el pensamiento de que los seres de los seis reinos de existencia reciben esta ofrenda, se realizan todos nuestros buenos deseos.

De manera especial, este ritual de ofrenda equilibra el clima del lugar en que se realiza, crea la condiciones propicias para buenas cosechas, para que no haya enfermedades ni conflictos y para que reine la paz y la felicidad en el región.

Estáis todos invitados a participar en el ritual, en el cual tendremos la oportunidad cada uno de nosotros de hacer estas ofrendas echándolas al fuego.